En la entrada anterior compartimos nuestro disfrute acerca de la palabra como contenido de nuestra oración y brevemente los resultados de recibir la Palabra con oración. Hoy compartimos algunas consideraciones adicionales que esperamos nos lleven a orar el asunto y que seamos impresionados de manera nueva con la esencia de la Palabra de Dios para tener un disfrute nuevo y luz adicional.
La Biblia tiene una faceta física, exterior, y una esencia espiritual. La manera en que veamos la Biblia y experimentemos la Biblia determinará la forma en que tomemos la Biblia. Nuestra visión de la Palabra de Dios marcará la manera en que recibamos la Palabra de Dios. Nuestro comportamiento con respecto a la Palabra de Dios, las Escrituras Santas, concordará con aquello que hayamos visto respecto a la Palabra y en la Palabra.
Exteriormente, la Palabra de Dios es pensamientos, ideas, enseñanzas (doctrinas) e historia de sucesos y acontecimientos, letra en prosa, poesía, con características literarias y estilos diversos. Cualquier palabra escrita, redactada e impresa por los hombres puede aparecer en un periódico, en una revista o en cualquier libro que se vende hoy. La palabra en este contexto es esencialmente informativa; trasmite principalmente pensamientos. Sin embargo, la Palabra de Dios tiene una esencia que la hace única y es maravillosa. Necesitamos ver y ser impresionados con la esencia de la Palabra de Dios, tener luz para poder ver la esencia diferencial y maravillosa de la Palabra de Dios con respecto a la palabra de los hombres. Esto determinará nuestro éxito o fracaso en nuestra comunión con Dios en Su Palabra; también determinará la naturaleza de nuestra constitución y realidad interiores.
Como creyentes, como hijos de Dios, como miembros del Cuerpo y como personas que hemos recibido la vida divina en nuestro espíritu y disfrutamos a Cristo diariamente como nuestra salvación, tenemos que confesar la gran importancia de este asunto que marcará el tipo de relación que llevemos con nuestro Amado. La esencia de la Biblia es el aliento divino (2Ti 3:16), la leche espiritual (1P 2:2), el pan de vida (Mt 4:4), Espíritu y también vida (divina) (Jn 6:63) y Cristo, Quien es Dios mismo (Jn 1:1).
Necesitamos tanto leer la Palabra, y tocar al Señor, Quien es el Espíritu en nuestro espíritu, y ser llenos de ese Aliento para ser llenos de Dios mismo. ¿Algún cristiano genuino podría oponerse a ser llenos de Dios al leer la Palabra? ¡Es tan maravilloso ser llenos de Dios, rebozar de Dios, de todo lo que Dios es; todo lo que Dios tiene y todo lo que Dios ha logrado, para ello hemos de recibir la Palabra con oración!
La Palabra es esencialmente Espíritu y vida. Todas las Palabras en la Biblia “son Espíritu y son vida”. No sólo algunas de ellas; no sólo nuestras porciones favoritas; no sólo las partes que conocemos o aquellas que parecen confirmar o apoyar nuestros conocimientos, inclinaciones u opiniones. ¡No! Toda la Biblia es Espíritu y es vida. Toda la Escritura es inspirada por el aliento de Dios y trasmitida por el aliento de Dios. Toda la Escritura es el aliento de Dios trasmitido, espirado e inspirado. Ahora ¿qué parte de ella es Espíritu y vida? Toda las Palabras que han sido habladas por el Señor son Espíritu y son vida. ¿Qué parte de ella es leche y pan? ¡Toda la Palabra es leche espiritual y pan de vida, y por ella vive el hombre! ¿Qué parte de ella es Cristo? ¡Toda la Palabra! ¿Qué parte de la Palabra necesitamos recibir con oración? Toda la Palabra, todas las palabras de la Biblia, porque toda la Palabra es Espíritu. ¡Toda! Hemos de recibir la Palabra con oración. Nuestra lectura de la Palabra debe tener motivos puros y una necesidad genuina delante de Dios: Tener comunión con Dios para ser saciados con Dios mismo, y recibir a Dios para ser llenos de Dios. Hemos de buscar la Palabra con hambre y con sed. Hemos de leer comiendo la Palabra. El hermano Lee decía: "Necesitamos aprender a venir a la Biblia todos los días acudiendo a Dios".
¡Oh, Señor, qué maravillosa es Tu Palabra! ¡Abre nuestros ojos para ver la esencia de Tu Palabra! ¡Que recibamos Tu Palabra, Señor, en oración! ¡Que vayamos a Ti, Señor, cada vez que vayamos a Tu Palabra! ¡Cuánto Te necesitamos, Señor, para recibir, comprender y tener luz en Tu Palabra! ¡Señor, abre nuestros ojos para que tengamos comunión contigo en Tu Palabra!
Disfrute del Estudio-vida de Efesios, por Witness Lee y los versículos citados con sus respectivas notas en el Nuevo testamento versión recobro.
Artículo siguiente: Disfrute sobre el Cuerpo de Cristo
Artículo anterior: Orar-leer la Palabra de Dios
Artículo siguiente: Disfrute sobre el Cuerpo de Cristo
Artículo anterior: Orar-leer la Palabra de Dios
PODEROSA PALABRA DE DIOS.
ResponderEliminarReciban muchas bendiciones desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
VISITANDOLES DESDE EL SALVADOR CENTROAMERICA.